Con el objetivo de estar en constante mejora de nuestro quehacer educativo, invitamos a los maestros a un nuevo taller de “Ambientes de Aprendizaje”. Como parte del contexto de la actividad se reflexionó en torno a rescatar las voces de los niños y las niñas para la creación y constitución de los espacios.
Con el objetivo de estar en constante mejora de nuestro quehacer educativo, invitamos a los maestros a un nuevo taller de “Ambientes de Aprendizaje”, para recordar la importancia del diseño a partir de las emociones, y desplazar el material como el centro del taller para evidenciar la importancia del propósito del espacio.
Nos hacemos esta pregunta con el fin de reflexionar que esta es una de las acciones que los niños y niñas se toman con mayor seriedad. Fue así como los docentes reconocieron la relevancia de darle cierto sentido ritual a las sesiones y los espacios desde el hábito creado por ellos para sus estudiantes.
El reto de las docentes es posicionar el lugar que habitan, es por esto que durante la realización del taller se les invita a investigar y documentar lo que pasa en sus aulas; esto con el firme propósito de trascender de lo institucional y que el ejercicio cobre un fuerte significado en la cotidianidad.
Así pues, se generaron además espacios de reflexión sobre elementos como: gestos, voces y rituales; también se trabajó sobre los materiales y mobiliarios utilizados en el aula y la relación espacial con los mismos. Se invitó al cuerpo docente al permanente cuestionamiento del por qué y el para qué se hacen las cosas; enfocado siempre en rescatar la singularidad de cada niño/a.